Cuando crees que nada puede sorprenderte...¡zas! lees algo que te deja "ojiplática". "¡Qué fuerte!" exclamarían algunos. A mí se me ha ido la voz, la verdad, ya no sabría ni qué decir.
Ver a una embarazada de 39 semanas haciendo deporte ya es algo que suele chocar, pero observarla terminar un maratón (42 kilometritos ni más ni menos) es algo que te deja sin aliento. Si a esto añadimos que siete horas después da a luz a una niña sanita como una manzana sólo me queda preguntarme: "¿soy yo una embarazada miedica? ¿por qué Amber Miller corre con bombo más que Forrest Gump y otras nos cansamos hasta al peinarnos?".
Sigo leyendo y me entero de que la mami-atleta no "corrió" todo el maratón. Alternó tres kilómetros corriendo y otros tantos andando. Así cualquiera, ya decía yo... (por excusas que no sea). Eso sí, mañana me voy andando a comprar el pan.
Este blog nace con la ilusión que me ha acompañado en este trayecto maravilloso hacia la maternidad. Crecerá poco a poco, alimentándose de experiencias, sensaciones, opiniones y sentimientos. Espero y deseo que os subáis al tren y continuéis este viaje conmigo.
12 de octubre de 2011
11 de octubre de 2011
¡MENUDA AVENTURA!
Un embarazo es un viaje lleno de suspense.
Casi todos sabemos cómo puede terminar o al menos conocemos las variedades de la llegada al fin del trayecto. En ocasiones el tren llega en el momento previsto, otras se retrasa, y cuando menos te lo esperas puede llegar a la estación antes de tiempo. Sin excepción conocemos cómo comienza (ahí ya no hay tantas variedades).
Al igual que en una operación salida en pleno mes de agosto, te inundan la ilusión, la emoción, los nervios, la inquietud, el "¿me he olvidado algo?" y algunas dudas más. Claro que todo esto acompañado de hormonas, muchas hormonas.
Toda una aventura.
Casi todos sabemos cómo puede terminar o al menos conocemos las variedades de la llegada al fin del trayecto. En ocasiones el tren llega en el momento previsto, otras se retrasa, y cuando menos te lo esperas puede llegar a la estación antes de tiempo. Sin excepción conocemos cómo comienza (ahí ya no hay tantas variedades).
Al igual que en una operación salida en pleno mes de agosto, te inundan la ilusión, la emoción, los nervios, la inquietud, el "¿me he olvidado algo?" y algunas dudas más. Claro que todo esto acompañado de hormonas, muchas hormonas.
Toda una aventura.
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