Este blog nace con la ilusión que me ha acompañado en este trayecto maravilloso hacia la maternidad. Crecerá poco a poco, alimentándose de experiencias, sensaciones, opiniones y sentimientos. Espero y deseo que os subáis al tren y continuéis este viaje conmigo.
24 de diciembre de 2011
PEQUENAVIDADES
¿Qué hacer con los niños estos días en Zaragoza? ¿Cómo vencer nuestro propio aburrimiento? ¿Dónde recuperar el espíritu navideño?. Ahí van algunas ideas:
- Chiqui Christmas: Teatro, hinchables, talleres y mucha diversión. Sala Multiusos del Auditorio. Del 23 de Diciembre al 8 de Enero de 10.30 a 20.30 salvo el 25 de Diciembre y 1 de Enero de 16.30 a 20.30 H.
- Titiriteros de Binéfar: Diversos espectáculos para los más pequeños desde el 23 de diciembre hasta el 8 de enero.
- Teatro Principal: Diferentes obras adaptadas a los niños (El flautista de Hamelin, Una casa, etc). Desde el 23 de diciembre hasta el 4 de enero.
Y visitar el belén de Ibercaja, y el de la Plaza del Pilar, y los expuestos por la CAI, y comer castañas asadas, y echar la carta a los Reyes Magos y a Papá Noel (¡que no se nos olvide!), y, y, y... sobre todo, ilusionarnos.
- Chiqui Christmas: Teatro, hinchables, talleres y mucha diversión. Sala Multiusos del Auditorio. Del 23 de Diciembre al 8 de Enero de 10.30 a 20.30 salvo el 25 de Diciembre y 1 de Enero de 16.30 a 20.30 H.
- Titiriteros de Binéfar: Diversos espectáculos para los más pequeños desde el 23 de diciembre hasta el 8 de enero.
- Teatro Principal: Diferentes obras adaptadas a los niños (El flautista de Hamelin, Una casa, etc). Desde el 23 de diciembre hasta el 4 de enero.
Y visitar el belén de Ibercaja, y el de la Plaza del Pilar, y los expuestos por la CAI, y comer castañas asadas, y echar la carta a los Reyes Magos y a Papá Noel (¡que no se nos olvide!), y, y, y... sobre todo, ilusionarnos.
22 de diciembre de 2011
PREGOREXIA
Tras este "palabro" de difícil comprensión y peor sonido (odio aquellas palabras que definen enfermedades), se esconde un trastorno alimentario durante la gestación, causado, al parecer, por una obsesión insana (¿alguna es sana?) a mantener la figura durante el embarazo. No es ni más ni menos que una anorexia en embarazadas.
Quizás sea que las mujeres de a pie, las que nos encontramos en el supermecado, nuestras compañeras de trabajo, las que te cruzas por la calle, las que se sientan a tu lado en el autobús, son/somos fácilmente impresionables por los cuerpazos de ciertas famosas que a la semana de dar a luz están impecables, enfundadas en sus mejores galas y luciendo palmito. Quizás es que somos tontas de remate, unas ingenuas que no se paran a pensar que esas mismas que contemplamos en las revistas, en la tele, probablemente no se despiertan cada dos horas para dar el pecho (no habría maquillaje para esconder las ojeras), o que después de una noche en vela no tienen que llevar a su otro hijo al cole, o que les hacen masajes si se les carga el cuello acunando al bebé, o que les aplican los mejores tratamientos capilares para que no se les caiga el pelo.
Chicas, cuidémosnos. O mejor, no nos descuidemos. Pongamos atención a nuestro cuerpo, sí, pero sin ponernos en peligro. Cuidemos la alimentación, sí, pero con cabeza.
Las tripitas son muy monas, o eso me parece.
¡Vivan las tripitas!.
17 de diciembre de 2011
¿PREPARADAS?
Me he dado cuenta de que todavía no he escrito sobre mi parto. Que seguramente será parecido al de otras muchas, o no, o quizás sea diferente por completo, o no, quién sabe.
Al pensar en ese día, recuerdo ante todo algo que mi querida matrona nos aconsejó durante las clases pre-parto: "hay que estar preparados para todo. Puede que vuestro parto no sea exactamente como lo habéis pensado". No sé si habrá alguien más sabio. Conmigo dió en el clavo.
Aquello que quieres puede no ser aquello que obtienes, por eso es mejor estar preparada. Preparada para que las contracciones no lleguen cuando la madre naturaleza lo marque sino cuando los médicos lo decidan. Preparada para que romper aguas no sea una sorpresa sino algo premeditado. Preparada para que los dolores sean tan intensos que no puedas ni respirar. Preparada para que se te practique la episiotomía aunque te hubieses encomendado a todos los santos que conoces para que no fuese así. Preparada para que tu parto sea de todo menos íntimo. Preparada para esta maniobra y la otra y la de su prima. Preparada para los puntos y las comas si las hubiese. Preparada para empujar sin saber si lo estás haciendo porque tus músculos ya no son tuyos, son de una tal "epidural" que acaba por caerte simpática, muy simpática. Vamos, que la harías tu mejor amiga sino fuese porque sabes que no podrías llevártela de compras. Preparada para preguntar sin obtener demasiadas respuestas. Preparada para el miedo, y la preocupación.Preparada para que tu bebé no descanse inmediatamente sobre tí y se lo lleven corriendo. Preparada también para que cuando finalmente le miras a los ojos, el quirófano se quede vacío y mudo aunque hasta hacía dos milésimas de segundo fuese todo lo contrario. Preparada para que tu reflejo en esas pequeñas pupilas te devuelva el rostro de la verdadera felicidad.
Al pensar en ese día, recuerdo ante todo algo que mi querida matrona nos aconsejó durante las clases pre-parto: "hay que estar preparados para todo. Puede que vuestro parto no sea exactamente como lo habéis pensado". No sé si habrá alguien más sabio. Conmigo dió en el clavo.
Aquello que quieres puede no ser aquello que obtienes, por eso es mejor estar preparada. Preparada para que las contracciones no lleguen cuando la madre naturaleza lo marque sino cuando los médicos lo decidan. Preparada para que romper aguas no sea una sorpresa sino algo premeditado. Preparada para que los dolores sean tan intensos que no puedas ni respirar. Preparada para que se te practique la episiotomía aunque te hubieses encomendado a todos los santos que conoces para que no fuese así. Preparada para que tu parto sea de todo menos íntimo. Preparada para esta maniobra y la otra y la de su prima. Preparada para los puntos y las comas si las hubiese. Preparada para empujar sin saber si lo estás haciendo porque tus músculos ya no son tuyos, son de una tal "epidural" que acaba por caerte simpática, muy simpática. Vamos, que la harías tu mejor amiga sino fuese porque sabes que no podrías llevártela de compras. Preparada para preguntar sin obtener demasiadas respuestas. Preparada para el miedo, y la preocupación.Preparada para que tu bebé no descanse inmediatamente sobre tí y se lo lleven corriendo. Preparada también para que cuando finalmente le miras a los ojos, el quirófano se quede vacío y mudo aunque hasta hacía dos milésimas de segundo fuese todo lo contrario. Preparada para que tu reflejo en esas pequeñas pupilas te devuelva el rostro de la verdadera felicidad.
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