OTRO COMIENZO

Y van... con un niño es lo que hay. Comienzas con los pañales, comienzas con los purés, comienzas con los primeros pasos, comienzas con las palabras...y ahora a mí me toca otro comienzo, uno de los grandes eso sí.

Que el peque ya tiene cole y mañana nos toca la matrícula. Después vendrán las orientaciones de los profes, la compra de material, la primera mochila, las fichas,...

Alguien podría decirme "¡Hey, que no, que también hay finales! ¡Que acabas con un montón de cosas! que si quitar pañal, que si fuera chupete, que si ya no hay biberón, que si ya no es un bebé..." Sin embargo hoy prefiero ver los comienzos. Mañana empieza otra etapa de nuestro camino.

Y sí, me da penita, mucha. Se acabaron las mañanas de parque entre semana, la libertad de horarios... el peque se me escapa un poquito, eso es cierto, pero ahí estaré yo, observando maravillada cómo crece día a día.

ATERRADOR

"Yo secuestré a vuestras hijas y voy a venderlas en el mercado, en el nombre de Dios".

Aterrador. Escalofriante. Horripilante. Y cierto, muy cierto. Así ha sido la amenaza del líder de la secta nigeriana Boko Haram, que para más inri quiere decir "la educación occidental es pecado".

223 niñas han sido raptadas por este grupo radical islamista y a día de hoy nada se sabe de ellas. Bueno, algo sí. Lo único claro es que si nadie lo remedia, si no las encuentran, si la comunidad internacional no tiene suerte en su búsqueda, estas niñas serán vendidas, violadas, casadas con miembros de esa misma secta, utilizadas como esclavas, maltratadas, etc. Un presente angustioso y un futuro incierto. Si es que a la vida que les espera se le puede llamar futuro.
Aterrador.

Que las encuentren pronto.  

CUENTOTERAPIA

Hoy publica el periódico "Heraldo de Aragón" un artículo relativo a la cuentoterapia. Esta tendencia terapéutica afirma que podemos encontrar una solución a nuestras angustias y miedos en los cuentos más tradicionales. Así, el lobo se identifica con el agresor, con las personas tóxicas que nos amenazan y el dragón simboliza nuestros defectos, aquello que nos avergüenza.
Para que el cuento surta efecto y nos deje ver la luz al final del túnel, el final tiene que ser positivo; el héroe tiene que lograr su propósito, el malo debe de ser vencido.
Eso sí, no hay que olvidar que una historia puede tener múltiples lecturas y significados que además encierran otros tantos, como las muñecas rusas.

Por si esto no fuera suficiente para animarnos a releer los clásicos, hay que añadir que esta terapia...¡¡también es válida para los adultos!!. Quién sabe...quizás en los antiguos Tres Cerditos, Blancanieves o Ricitos de Oro encontremos algo de consuelo para estos tiempos convulsos...

Para más información: www.cuentoterapia.com