Estamos en tiempo de piscinas, pantanos y playas. Días de chapuzones y baños relajados. Momentos en los que los más peques se vuelven locos zambulléndose en el agua y jugando con las olas. Sin embargo, conviene tomar ciertas precauciones para que los días de diversión no se conviertan en tragedia.
El presidente de la Federación Aragonesa de Socorrismo da algunas pautas a seguir:
1.- Extremar la precaución y la vigilancia. No dejar a los niños solos en el agua.
2.- Manguitos, flotadores y churros no son elementos de seguridad. Los dos primeros se consideran juguetes, los últimos artículos de aprendizaje.
3.- Entrar en el agua gradualmente, mojándonos poco a poco para evitar los cambios bruscos de temperatura.
4.- Salir del agua si hay tormenta. Estas suelen ir acompañadas de rayos y podrían provocar electrocuciones.
Podéis ampliar esta información en el siguiente enlace: http://blogs.heraldo.es/cosasdeninos/
